Por: Amalia Beatriz Arzac
“La primera virtud es frenar la lengua,
y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse.”
Catón el Censor
El ser humano tiene la grandeza del poder que tiene para comunicar. Una característica mágica que comparte con el resto de los seres no humanos, pero en nuestra especie la comunicación es de una sofisticación avanzada. Eso se evidencia en el uso del lenguaje, tanto sea para articular o escribir el mensaje al interlocutor. En la actualidad y con el correr de los siglos y el esfuerzo, la necesidad de comunicarse ha evolucionado y lo hacemos de una manera más sencilla y práctica.
Pero, ¿a qué llamamos comunicación?
La comunicación es la interacción social. Es una acción necesaria, sin ella no seriamos capaces del de nuestro entorno, ni compartir las experiencias propias con otro ser humano o no.
Verdadero un proceso de intercambio de información, el emisor transmite y existe un destinatario receptor de la misma; la información fluye a través de un canal y es de esperar que posteriormente se produzca una respuesta, siempre dentro de un contexto determinado.
Por eso es que en el proceso de la comunicación se hallan siguientes elementos:
El Emisor: Es el encargado de emitir. Ya sea un individuo o un grupo de sujetos, un dispositivo que nos alerta de una falla en algún mecanismo o un elemento de la naturaleza que nos indica que el tiempo el clima va a cambiar o que se avecina un movimiento telúrico.
El Receptor: Es quien recibe el mensaje y le da su interpretación. Puede ser un sujeto puntual o un grupo de individuos, podría ser también, un mecanismo que comienza actúa ante la alerta de otro que dispara una señal.
El Mensaje: Es propia la información que se desea transmitir. Este puede encontrase codificado en uno de tantos tipos de código que existen, los cuales pueden ser un mensaje hablado, escrito, grabado, dibujado, grabado en un dispositivo de almacenamiento, encriptado y tantos otros más, conocidos en con anterioridad o aún desconocidos.
El Canal: Es el medio a través del cual fluye el mensaje. Bien puede ser un medio artificial, un mail, un pendrive, fibra óptica o una carta; así como también, un medio natural como el éter.
El Código: Es el conjunto de los signos y las reglas que dan forma a un lenguaje, los cuales ayudan a codificar el mensaje. Entre ellos encontramos lenguajes simples, como la luz roja sobre la puerta de un estudio de grabación, o aquellos más complejos como los distintos idiomas del mundo.
El Contexto: Son las circunstancias que dan marco al entorno, como lugar, hora, estado emocional de los propios interlocutores, entre otros. Son existentes al momento de producirse la comunicación. Es pieza fundamental para la correcta interpretación del mensaje.
Los Sonidos: Estos pueden interferir en la transmisión de un mensaje, el cual puede ser afectado y modificar el contexto.
La Retroalimentación: Es el fenómeno que se origina en el momento que el receptor da una devolución de información una vez recibido el mensaje del emisor. Ser refiere a la interpretación que se haya dado bajo la influencia de los elementos nombrados anteriormente nombrados.
La comunicación actual es el resultado de siglos de, evolución y derivada de necesidad de comunicarse de forma más práctica y sencilla que en tiempos antiguos, cuando la comunicación contaba con la voz, los gestos o algún tipo de señas.
Hoy, tiempo en donde la comunicación esta colmada de herramientas tecnológicas, y la instantaneidad del arribo de la información es la estrella que nos guía, parece que hemos dejado de hablar con quién está a nuestro lado, basamos nuestra comunicación en teclados cibernéticos y emogis simpáticos, lo que resta la emoción que los tonos de la nuestra voz aportan…
Si bien estos son tiempos donde las comunicaciones son más agiles, está rico que nos digan al oído un “Te quiero”. Pensándolo bien… no me privaré de comunicar mis “Te quiero” con palabras, sonrisas, suspiros, caricias, canciones, poemas, corazones dibujados en la arena o de tantas formas como se me ocurran.
Hasta la próxima entrega.
Mi querida Amalia Beatriz Arzac muchas gracias por este maravilloso articulo, un gran aporte a Top Magazine y sus lectores. Hasta la próxima entraga.