Por: Amalia Beatriz Arzac
“Pensándolo bien
el tiempo no ayuda a olvidar”
Gustavo Cerati
EL CONTEXTO
La existencia se manifiesta en un contexto, un contexto que es hasta arbitrario para la entidad. Desafiante, que nos condiciona y nos limita. Nos pone un corsé que no nos contienen, nos sostienen; nos dan un formato, una compresión de la que es difícil escapar. Si, si, es así, romper con el contexto es una tarea difícil, hasta podríamos decir imposible, es mucho más arduo que romper con reglas.
¿Pero que entendemos por contexto?
El término contexto (del latín: contextus; conocido también como contexto material y contexto abstracto o simbólico), es el conjunto de circunstancias (materiales o abstractas) que se producen alrededor de un hecho, o evento dado, que están fiablemente comprobadas; en los testimonios de personas de reputación comprobada por medio de la voz humana, mensaje hablado, escrito, grafías antiguas, manuscritos antiguos, en cartas, documentos, libros de historia, periódicos, internet, tv, radio, medios audiovisuales modernos u otros, y transmitidas, sin distorsión a los sentidos (de la razón, vista, oído, gusto, tacto u olfato). [Arroyo Cantón, Carlos; Berlato Rodríguez, Perla (2012). «La comunicación». En Averbuj, Deborah. Lengua castellana y Literatura. España: Oxford University Press. p. 7. ISBN 9788467367966.]
El contexto socio-cultural, es lo relacionado a la sociedad y la cultura que rodea al evento y a sus actores. Incluye al grupo de individuos que participan de una cultura relacionándose entre sí y conformar de ese modo, una comunidad. Abarcando factores propios de la cultura, la economía, la historia, entre otros para dar sustento a la identidad y la realidad, ya sea de la persona o del evento en cuestión. También involucra a las condiciones habitacionales, la posibilidad de acceder a la educación, etc. Lo anteriormente mencionado es determinante para el presente y el futuro. Un viraje en el contexto social, suponer deconstruir ciertos aprendizajes grabados en nuestro cerebro y personalidad desde la más tierna infancia. Recuerdo el caso de Carlitos Tevez, quien de niño jugaba al futbol descalzo, pateando a una piedra, en un contexto hostil y lo duro que fue adaptarse al futbol profesional europeo en el Manchester. Romper con el contexto es tarea solo para unos pocos elegidos.
Muchas veces al analizar un tópico incurrimos en el error de analizarlo fuera de contexto y nos encontramos reprobando la realidad, ya que el contexto es realidad indiscutible. A veces, juzgamos actos desde nuestro propio contexto, tal vez muy distante al del suceso en sí, ya sea de un actor lejano a nosotros o de nosotros mismos. Es así, pues hoy no somos idénticos a ayer y es probable que nuestro contexto haya cambiado o que estemos más fortalecidos para encarar una situación en particular, con mejores herramientas o con mayores conocimientos y con un entorno más contenedor.
Desde este lugar de encuentro, en el contexto global que la red de redes desarrolla y une en fraternales lazos a tantas diversas realidades, y posibilita la oportunidad de replantearnos todos y decir: “Pensándolo bien…”
Hasta la próxima amigos.
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