por: Claudia Figueroa
Primeras tendencias vanguardias europeas y latinoamericanas
Escudriñando la historia de la literatura, hemos observado que, desde los clásicos griegos, ella ha sido usada como una herramienta con fines pedagógicos. Obras como la República del filósofo Platón y sus diálogos, las Eneadas de Plotino, los nueve poetas líricos canónicos, las tragedias, las comedias de Plauto, o los Dramas, así como las obras poéticas épicas que nos contó Homero en la Ilíada y la Odisea, en donde el personaje principal debía enfrentarse no solo a grandes ejércitos, sino también a sí mismos. Estas obras tenían una connotación de interiorizar y reflexionar sobre la vida cotidiana y del ser humano; se caracterizaron por poner al hombre, la universalidad y la belleza como el centro de todo. Estas obras narran las hazañas de héroes y dioses. El desarrollo de la filosofía y el teatro, además del uso del drama, la tragedia o la comedia, han sido la forma de darle sustento a la literatura occidental.
Durante la edad media, eran pocos los que se dedicaron a escribir, tomando en cuenta que, en aquella época, el privilegio de escribir era sólo de los sacerdotes u hombres escogidos por la iglesia imperante. Entre estos hombres están Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, o Hildegard von Bingen. Por lo general las obras eran anónimas, se escribían en verso como la divina comedia de Dante Alighieri, se cantaba o recitaba, y reflejaba las intenciones de la Iglesia de ese entonces, el amor ideal.
En la época medieval, Cervantes fue el que alzó la voz ante las injusticias cometidas por la Iglesia católica; una muestra es su obra Don Quijote de la Mancha, en la que la atacaba en forma velada y encriptada. En esa misma época, Isaac Newton no tenía esa misma libertad para escribir el millón de palabras que usó en tratados de alquimia ni de teología.
En América Latina, en la época prehispánica, se cuenta con la única obra literaria que está hasta la fecha vigente. Esta es la que cuenta la historia del pueblo Quiché, el Popol Vuh, traducido de su lengua natal, el Quiché, al español, aunque existieron otros libros de origen náhuatl, e Inca. Estas obras ocupan muchas metáforas en su contenido. Uno de los mayores representantes de esta poética fue Nezahualcoyotl.
Con el Renacimiento, como la misma palabra lo indica, volver a nacer, retoma las ideas clásicas y las usa para su beneficio, con un énfasis en la sencillez y el equilibrio en las obras, además de que un tema fue el humanismo, y el comienzo con el uso del endecasílabo en las obras poéticas y la décima espinela. Temas tan variados como los mitos, el amor, la naturaleza, la purificación del alma fueron característicos para este período.
Durante la época renacentista, los grandes genios como Miguel Angel, Rafael, Donatello, y Leonardo, fueron los pioneros en la pintura y escultura para alzar esa voz, así como lo hicieron el Greco y Goya en su momento, que desafiaron los cánones de la pintura a lo ya establecido. La conciencia de que en cualquier momento buscamos nuestra destrucción, movieron a los artistas a expresarse de una manera más confortativo, más iconoclastas que fueron deshaciendo los cánones ya establecidos hacia otro nivel.
Dentro de las artes y la literatura vemos el surgimiento del barroco en el siglo XVII el mismo que surge como una visión pesimista de lo que se quería ser. Se caracterizó por la carencia del orden (no haber orden) y demasiado uso de figuras expresivas; se opuso al idealismo, y realismo, el dramatismo(s), uso de metáforas y juegos de palabras, y usa muchos temas como el desengaño, la muerte, lo mitológico, contrastes entre los opuestos.
Tendencias vanguardistas contemporáneas
Las vanguardias o ismos en la literatura surgieron después de la primera guerra mundial. Cada tendencia fue antepuesta a la otra creándose diferentes estilos. Las vanguardias eran más el estilo libre en la poesía, y en otros tipos de literatura se fueron adaptando, saliéndose de todo canon literario establecido por las demás corrientes clásicas predecesoras.
Pero, luego de ver en resumen las diferentes corrientes del quehacer literario, nos encontramos ante una línea, en donde se trata de establecer los modelos propios de un país o época. Esta línea surge, al igual que el criollismo, como una crítica ante lo cotidiano diferenciándose de los escritores europeos.
A modo de ejemplo, podemos citar a autores como Francisco Lazo Martí, Rómulo Gallegos, Mariano Latorre, José Eustacio Rivera, Augusto D´Halmar, Baldomero Lillo, Horacio Quiroga, Ricardo Güiraldes, Benito Lynch, Mario Augusto Rodríguez, Mario Vargas Llosa.
Dentro de la literatura siempre hemos encontrado corrientes mitológicas y fantásticas como las musas del monte Parnaso o los palacios de diamantes de las mil y una noches, que todo es irreal. También encontramos el realismo, que cuenta las historias tal y como se vivieron, no existía nada fantástico. El Realismo Mágico es una corriente que comienza en Europa en las primeras décadas del siglo XX, siendo Jorge Luis Borges quien inició este estilo en Latinoamérica donde ha proliferado más. Combina lo mítico – fantástico con la realidad, donde los personajes no distinguen lo maravilloso de lo real, ya que para ellos todo es normal. Autores como Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Asturias, Juan Rulfo, Horacio Quiroga, Julio Cortázar y Alejo Carpentier, fueron los autores que destacaron en esta corriente literaria.
Muchos movimientos, más de carácter social, han sido los baluartes para que los artistas, de diferente índole, pudieran alzar su voz contra las injusticias, y represión social de los más por los menos. Los escritores actuales (se) han proliferado mucho; tanto la poesía como la narrativa se han convertido en la voz de aquellos que no la tienen, convirtiéndose así, en una poesía que confronta, una narrativa que cuenta con temáticas muy actuales, volviéndose cada vez más revolucionaria. Entre estos poetas encontramos a Pablo Neruda, Roque Dalton, Ernesto Cardenal, Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, José Martí, César Vallejo.
Aunque en apariencia el artista, en todas sus ramas, debe ser apolítico, no puede cerrar los ojos ante el mundo que le rodea, ante las situaciones que está viviendo. Aunque a simple vista parezca indolente ante la situación política y actual de su suelo, su obra debe reflejar su sentir, expresado de manera bella, sin caer en lo soez y vulgar, sea cual fuere su rama del arte.
Todos los ismos en la literatura que surgieron durante la primera mitad del siglo XX, fue tomado como una forma de revelarse ante el estándar establecido por la misma élite que se encargó de poner las bases de la poesía y la narrativa. Así, se usó diferentes técnicas, “experimentando” nuevas formas de expresión y de pensamiento.
La juventud de la última década del siglo XX hasta la fecha, pueden apreciar tanto un poema clásico como un poema contemporáneo. Se ha visto que la literatura atrae a personas de diferentes edades, condiciones económicas, y, por supuesto, ideología política.
La historia nos ha permitido recordar lo que los héroes de cada país hizo en su momento para conseguir un cambio, para muchos, sus mayores armas, no han sido las de fuego, sino, la pluma y el papel, la piedra y el cincel, o el lienzo y el pincel o la guitarra y su voz, que se alzó para denunciar las injusticias, que se alzó para cantarle a la vida, para cantarle a la naturaleza, para contar la historia de los pueblos, que aún no llegará a su fin, y vendrán nuevas generaciones, nuevas ideas que le darán un giro a la manera de expresar el pensamiento, porque siempre habrán revoluciones en el arte, en el pensamiento y en la transmisión y expresión de las ideas, una rebeldía sobre lo ya establecido, sobre lo ya normado, el artista es un rebelde, pero tiene un sentido, una causa para serlo, y esa rebeldía debe proliferarse.
Las corrientes después de la contracultura, el movimiento hippie y el postmodernismo (la vanguardia actual)
En la actualidad, han surgido nuevas formas de hacer arte y literatura. En la década de 1960 surge un movimiento pacifista que estudiaba la filosofía antigua oriental. Una contracultura que rechazaba el estándar establecido en la vida cotidiana, que le daba más valor a lo tradicional, conservador. Este movimiento hippie, que así se le llamó, se volvió una voz de rechazo a lo monótono y rutinario volviendo a lo natural y libre en su actuación y pensamiento, y, aunque fue un movimiento sociológico, fue de gran influencia en las artes y la literatura en general.
Muchos artistas de diferente índole se vieron influenciados por este estilo de vida libre. La paz y el amor fueron su mayor grito de batalla. El arte se volvió más humanizado, contraponiéndose ante las formas deshumanizadas que proliferaban en ese entonces.
En el último cuarto del siglo XX, surge un movimiento que buscó romper con las normas establecidas por las vanguardias de principios del siglo, tomando como base el modernismo. Surge la línea del post modernismo que ha venido a instalarse en el estilo de vida de todas las formas de arte conocidas.
Sus características se basan esencialmente en lo siguiente: expresa la crisis del pensamiento metafísico moderno, deslegitima los metarrelatos modernos, reconoce que existen diferentes modos de saber, rechaza la linealidad histórica y relativiza el progreso, reflexiona sobre su contexto y visibiliza responsabilidades, promueve la diferenciación subjetiva y la diversidad.
También podemos decir que, en la literatura considerada postmodernista, se pueden encontrar muchos aspectos que se observan en este momento histórico. Se afirma que esta línea asume la escritura como único medio para acceder a lo real, dándole más realce al lector que hace este tipo de obras.
Dentro de las características de la literatura actual, considerada dentro del postmodernismo: los textos son breves, y abunda la ironía y la falsa información, las alegrías, humor negro, la intertextualidad, existe un tipo de "agotamiento de la razón”, tiene rasgos formales en la retórica, son pragmáticos, estilísticos, textuales, están relacionados con la cultura, un “nuevo tipo de vida social” y un “nuevo orden económico, los temas tienen trascendencia con las luchas sociales, la literatura no se rige por las reglas existentes.
La postmodernidad tiene diversos autores; Jean Francois Lyotard, Jean Baudrillard, Michel Foucault, Gilles Lipovetsky, Gianni Vatimo, Cornelius Castoriadis. En la literatura encontramos el postmodernismo bien arraigado en su forma de expresarse. Entre ellos tenemos: Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Luis Gonzaga Urbina, José Juan Tablada, Ramón López Velarde.
Enlaces:
Cápsulas de Marco Aurelio Denegri.
Gracias mi querida Claudia Figueroa por este valioso articulo para nuestros lectores de Top Magazine